Cuando hablamos de relevo empresarial es importante compartir que estamos hablando de una etapa más del ciclo de vida de la empresa. Mantener, garantizar y consolidar la continuidad de empresas activas y en funcionamiento es, al menos, tan importante como la creación de nuevos proyectos empresariales. Ayuda a evitar la pérdida de actividad empresarial y puestos de trabajo, contribuyendo al desarrollo económico de nuestra localidad y de nuestro entorno. 

¿A quién dejo mi empresa? ¿Quién la gestionará cuando yo no lo pueda asumir?… Son las preguntas claves que indican que ya estás en el inicio del proceso de relevo. A partir de ahí puedes abordar la continuidad empresarial a través de diferentes  herramientas para facilitar la transición:

• Protocolo de empresa familiar. Contempla las voluntades del fundador, los acuerdos entre los miembros de la familia propietaria implicados, se diseña el proceso de relevo y la planificación temporal de su desarrollo, la integración de todos los actores en el día a día de la empresa y de sus trabajadores. A todo ello habrá que sumar un punto especialmente importante, la forma de resolver los conflictos y discrepancias que surjan en dicho proceso. 

• Plan de relevo. Para preparar y planificar el relevo empresarial a trabajadores y/o directivos de la empresa, que no tengan relación familiar con el titular de esta.

• Plan de venta. Para planificar la transferencia del negocio a un tercero interesado, identificando el valor, los plazos y requisitos del proceso de compra venta.

Si tienes interés en la continuidad de tu negocio, no esperes hasta el último día, comienza hoy reflexionando con estas preguntas: ¿Estoy preparado para entregar el relevo? ¿Está preparada mi empresa para asumir un proceso de relevo? ¿Y mi familia? ¿Conozco el trabajo a realizar para tener éxito en el proceso de relevo?